Desde los inicios de 1970, la bioética fue conocida como un concepto desarrollado por el oncólogo y bioquímico originario de Wisconsin Van Rensselaer Potter. La bioética de Potter tenía la intención de re-introducir valores morales en el replanteo del progreso humano. El Instituto Kennedy de Ética en Georgetown asumió el término de Potter, pero orientó la nueva disciplina hacia los dilemas de la medicina moderna, limitando de este modo la idea original de Potter. Luego, en 1997 Rolf Löther desde Berlin refiere acerca del uso del término Bioética hacia el año 1927, en un ensayo por el humilde teólogo y maestro alemán Fritz Jahr (1895-1953). La voz de la obra de Jahr se propagó en todo el mundo, primeramente gracias a Eve-Marie Engels y Hans-Martin Sass.
En Latinoamérica, las ideas de Potter fueron introducidas casi inmediatamnete, gracias a José Alberto Mainetti. Las noticias acerca del descubrimiento de Fritz Jahr también penetraron el continente muy rapdiamente: en esta oportunidad, el mérito es para José Roberto Goldim (Porto Alegre), Leo Pessini (São Paulo), Fernando Lolas Stepke (Santiago de Chile), entre otros. El artículo pionero de Juan Jorge Michel Fariña y Natacha Salomé Lima (Buenos Aires), quienes empezaron a públicar las ideas de Jahr a comienzos del año 2009 y participaron en la primera Conferencia Internacional sobre Fritz Jahr (llevada a cabo en Rijeka/Opatija, Croacia, Marzo 2011), que ha sido particularmente importante, promoviendo la red de científicos dedicados a la reformulación de la bioética hacia una disciplina más amplia, acercándose a la iniciativa de Potter y hacia las necesidades de la humanidad.
Hoy en día, sabemos que Jahr ha publicado, por lo menos, 22 textos cortos (1924-1948) y ha elaborado su concepto de bioética en Diciembre de 1926. (El artículo más famoso de Enero de 1927, publicado en Kosmos, fue sin embargo, más ampliamente difundido y por consiguiente más influyente.) En los últimos dos años, se desarrollaron tres conferencias dedicadas a la obra de F. Jahr (en Croacia, Brasil y Alemania), y se publicaron seis brochures y tres libros dedicados a su vida y obra (el cuarto aparecerá en Otoño de 2013). Varios artículos de Jahr seleccionados fueron publicados alemán, inglés, portugués y croata.
Por lo tanto, la importancia de traducir los escritos de Jahr al español es dificil que pueda ser sobre-estimada: no sólo porque prueba que la Argentina es, una vez más, pionera en las tendencias de la ciencia actual, sino que también puede proveer una herramienta para la bioética latino-americana en general, para encontrar su nuevo camino de desarrollo, culturamente cercano al europeo, pero aún así original, teñida con la maravillosa variedad de la herencia del Continente Sudamericano.